Roban una imagen del Cristo crucificado (obra de Salzillo) en el Santuario de la Virgen del Oro de Abarán

Una de las obras escultóricas más significativas de cuantas pueblan el santuario de nuestra Señora del Oro, en la sierra del mismo nombre, en Abarán, ha sido sustraída de su retablo. Se trata de una imagen del Cristo crucificado, fechada en el siglo XVIII y atribuida al reconocido imaginero murciano Francisco Salzillo.

Ocurrió a mediodía. El conserje encargado de la vigilancia y cuidado del santuario se encontraba comiendo en compañía de su mujer en la parte lateral del edificio, lugar donde tiene su residencia habitual. «Tuvo que ser alguien con mucha maña, porque tenemos tres perros que siempre están alerta y que al más mínimo movimiento que presienten ya nos están avisando con sus ladridos de que alguien viene. Pero en esta ocasión ni siquiera los animales se percataron de la presencia de la persona (o personas) que se llevó la imagen», nos decía Jesús Sánchez Gallego, conserje y cuidador del santuario.

Ese día, como solía ser habitual, la puerta del templo estaba entornada, ya que, en la confianza de que hasta ese lugar solo llegan personas de bien, el santuario no suele cerrarse hasta ya entrada la tarde- noche. «Quien haya sido el causante de este robo ya tenía estudiado cual era el mejor momento para hacerlo. Además, no rompió la urna que custodiaba al Cristo y que está cerrada con llave, sino que arrancó la tabla posterior de la vitrina y sacó la imagen de manera limpia. La escultura mide aproximadamente unos 60 cm, y su valor en el mercado de colección puede estar por encima de los 7.000 u 8.000 euros, aunque su valor artístico y como pieza de devoción es incalculable, dada la relevancia de su autor», aseguraba el responsable de la vigilancia del santuario.

Los hechos ocurrieron el pasado día 14, entre las 13:15 y las 14:00 horas, aunque la noticia no transcendió hasta ayer, quizás para no entorpecer la labor policial o quizás en un intento de que quien se apropió de la pieza de veneración se arrepintiera de lo hecho y la devolviera a su lugar. Pero hasta hoy, nada.

La Guardia Civil realizó en su momento un minucioso informe visual y pericial de la zona y tomó huellas de la vitrina donde estaba la imagen, la cual llevaba expuesta en el templo casi una década. La investigación a día de hoy sigue su curso y los trabajos de laboratorio podrían ser determinantes para buscar alguna pista que conduzca al esclarecimiento de este caso y a la recuperación de la escultura robada. En ese sentido, ojalá podamos contarles -más bien pronto que tarde- buenas noticias sobre este suceso.

Por otro lado, a pesar de que han sido hasta cuatro las veces en las que ha habido robos en este mismo templo, este ha sido, sin duda, el expolio de mayor importancia de cuantos han ocurrido hasta el momento, ya que, en los casos anteriores, se trató de pequeños robos en los cepillos de la iglesia y de sustracciones de cantidades de dinero de pequeña cuantía.