El párroco de la iglesia de San Pablo repartió su bendición a medio centenar de animales en la celebración de San Antón

Como cada 17 de enero, coincidiendo con la tradicional celebración de San Antón, un nutrido grupo de vecinos de Abarán se acercaron hasta la parroquia de San Pablo para bendecir a sus animales. Las mascotas volvieron a convertirse en protagonistas de este simpático acto.

Aunque fueron los perros quienes mayoritariamente asistieron a esta cita popular, también se pudo ver alguna que otra tortuga, peces y pájaros. Los graciosos animales fueron capaces de esperar, pacientes, su turno. Algunos de ellos, incluso, vistieron sus mejores galas para acudir a este evento.

Todos recibieron el agua bendita a las puertas de la iglesia, hecho este que simboliza la protección de San Antón, su patrón. « El señor bendiga estos animales y San Antón los proteja, para que os ayuden y os sirvan de compañía » , decía el cura párroco, Cayetano Abellán .

« Desde que lo tengo, todos los años lo traigo. Es el rey de mi casa » , nos comentaba Pilar , sin dejar de acariciar a su perrito » .

Eloy , otro de los presentes, aludía a la compañía que le proporciona su mascota: « Los animales, siempre están a tu lado. Con ellos nunca te sientes solo ».

San Antonio Abad y los animales

Bendecir a los animales domésticos es una tradición que se celebra cada 17 de enero, y que, según la historia, tuvo su comienzo durante el inicio de la etapa colonial, impulsada por los frailes franciscanos. La tradición de referencia trata de recordar el equilibrio que debe existir entre el hombre y la naturaleza, en este caso específico con los animales.

Según sus biógrafos, San Antonio Abad , en medio de la vida austera que llevó pudo descubrir la sabiduría y el amor divinos a través de observar a la naturaleza. De esa revelación, este buen hombre, conocido popularmente como San Antón , adquirió la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas.

La leyenda cuenta que cuando San Antón veía a un animal herido, lo curaba, de ahí que, tras su muerte, fuera invocado como protector de los animales domésticos.

El párroco de San Pablo fue el ancargado de impartir la bendición a los animales
El párroco de San Pablo fue el ancargado de impartir la bendición a los animales