Primer toque para España

Después de mucho tiempo observando y dando tregua, nuestros principales socios comunitarios han llegado a la conclusión de que a Rodríguez Zapatero no se le puede dejar solo. La economía de España es un fiasco y lo que no van a aceptar es que Zapatero exporte su incompetencia, hasta su “amigo” Obama se lo ha dicho bien claro.

Es lamentable que este personaje rechace la idea del Partido Popular de reducir el déficit y días después la acepte porque se la imponen desde fuera. Se lo hemos advertido en varias ocasiones.

Hay que reducir el gasto pero no a costa de los pensionistas, los empleados públicos, y las futuras madres, antes de eso, el Partido Popular viene pidiendo que se reduzca los más de 600 cargos públicos y asesores, suprimir el Ministerio de Igualdad, el Ministerio de la Vivienda, revisar las subvenciones a sindicatos, organizaciones empresariales y políticas, supresión inmediata de la Vicepresidenta tercera del Gobierno, integración de los Ministerios de Educación y Cultura, de los de Sanidad y Trabajo y otra serie de medidas.

Estamos pagando el derroche económico del famoso Plan E, de las subvenciones millonarias a la memoria histórica, sufrimos las consecuencias de un Gobierno sin rumbo anclado en la política de la ceja, la “Sinde”, la “Bibi” y sus secuaces, con un prestigio internacional por los suelos y una falta de credibilidad sin precedentes.

Zapatero ha tardado 6 años en acabar con España y 6 meses para acabar con la Unión Europea.

Ahora las Comunidades Autónomas y sobre todo las Corporaciones Locales, sufrirán la sequía económica y la falta de inversiones del Gobierno Central, eso repercutirá en los servicios básicos de los ciudadanos y en su bienestar. El recorte que deberán soportar estos organismos es de 91.200 millones.

La cifra del paro es de 4.612.700 parados y en este Gobierno nadie habla de una reforma laboral urgente.

Ahora estamos bajo vigilancia de la Unión Europea tenemos un gobierno tutelado, y vigilado muy de cerca. Nunca la humillación fue tan grande

Los errores de Zapatero los pagamos todos.